Para atender los momentos y situaciones en los que las personas se sentían desbordadas o que sus capacidades de afrontamiento habituales estaban siendo insuficientes, proponíamos:
- Juntarnos con dos de nosotres en un encuentro para hablar de lo que podía estar pasando, y pensar juntes qué podía ser lo que se pudiera necesitar para salir de esa situación.
- Quien convocara podía decidir el lugar en el que se iba a dar el encuentro (casa, parque, cafetería, o cualquier lugar significativo para la persona convocante ,…).
- Se podía invitar a quien se quisiera en cada momento (a nadie, amigos, pareja, familia,…).
- Se proponía que la duración del encuentro fuera de más o menos hora y media (pudiendo alargarla o acortarla si para alguien era importante).
- Nos comprometíamos a dar una respuesta inmediata, organizando un encuentro en menos de 48 horas si era preciso.
- Al final de cada encuentro se hablaba de si estaba sirviendo y se decidía si se iba a convocar un nuevo encuentro y en ese caso, pensar en cómo seguir.
- Podíamos vernos en persona, online (utilizando plataformas de reunión gratuitas) o mezclando ambos formatos, lo que fuera necesario para facilitar que estuvieran las personas invitadas.
Hicimos un cálculo provisional, aproximado, a revisar a medida que el proyecto avanzara, en cuanto al dinero necesario para que la respuesta a las crisis fuera materialmente sostenible. Entendíamos que cada entorno en crisis verá en cada momento valoraría qué posibilidades tenía de contribuir a la cantidad:
- 320€ para estar disponibles para reunirnos todas las veces que se necesitara durante un mes
- 80€ para encuentros puntuales
Para más información sobre la estructura económica que tenía y tiene el proyecto pincha aquí.